En los últimos meses, la última generación de GT se ha multiplicado en el mercado. BMW, Triumph, Kawazaki, han comprendido la importancia de este segmento. Aunque no se trate de un modelo nuevo, la marca de los diapasones ha sabido desarrollar el modelo que, desde su aparición en 2001 y dos lavados de cara en 2003 y 2006, se ha convertido en una referencia entre los GT deportivos. Estéticamente, el Yam se ha adaptado a los estándares actuales: se ha hecho más esbelto, sus líneas más prominentes y más aerodinámico. Los faros y los intermitentes de LED, los retrovisores de diseño, el parabrisas rediseñado con rejillas antiturbulencias regulables y las maletas bien integradas le dan un toque decididamente moderno. La atención al detalle en el acabado también es digna de mención. Sin cables superfluos, sin plásticos antiestéticos. La impresión que se tiene es la de una máquina fiable y de excelente calidad. ¿Buscas motos de ocasión? En Crestanevada tienes las mejores motos segunda mano del mercado.
El primer contacto es positivo. El asiento es ergonómico, sea cual sea la talla del piloto. Para los pilotos más altos, será necesario ajustar el asiento a una posición alta. Esto se hace en unos segundos y sin herramientas. El pecho queda ligeramente adelantado y las manos caen de forma natural sobre el manillar. El estrechamiento del depósito permite sentarse cómodamente en la máquina. El asiento de dos piezas proporciona comodidad para largas distancias. En el salpicadero, a la izquierda, un cuentarrevoluciones analógico, en el centro, un velocímetro digital bien legible y a la derecha, el ordenador de a bordo que muestra un sinfín de informaciones: un cuentakilómetros, dos cuentakilómetros parciales que indican la distancia recorrida desde la última puesta a cero, un cuentavueltas de reserva, un reloj, un indicador del nivel de combustible, un indicador de la temperatura del líquido refrigerante, un indicador de marcha engranada, un termómetro, el consumo instantáneo y medio de combustible, un sistema de diagnóstico de averías de a bordo. A primera vista, los mandos parecen recargados, sobre todo el de la izquierda. Sin embargo, los mandos, sencillos e intuitivos, permiten al piloto sentirse rápidamente a gusto.
La parte mecánica del coche también es nueva: Control de Tracción, doble cartografía (sport y touring), Control de Crucero, nueva inyección, cilindros sin camisa gracias a un tratamiento especial, nueva caja de aire, catalizadores y electrónica de última generación. La FJR gana 2 CV para alcanzar los 146 CV a 8.000 rpm. El único inconveniente es la ausencia de una caja de cambios de 6 velocidades, imprescindible en un GT. La dificultad para detener el coche, criticada en el modelo anterior, se ha corregido gracias a una mejor colocación del caballete central. En el aspecto práctico, además de las maletas originales de 30 litros y de un top case opcional de 39 o 50 litros, hay un compartimento portaobjetos seguro con toma de 12 V, una burbuja regulable eléctricamente con memoria de posición y multitud de opciones (reposapiés, guardabarros, burbuja alta, soporte GPS (Garmin), top case, asiento confort, protección lateral, etc.).
Con sus 289 kg, se podría temer una cierta falta de maniobrabilidad. Pero no es así. Una vez en movimiento, la FJR es muy suave y fácil de manejar gracias a su centro de gravedad relativamente bajo y a su bien diseñado tren delantero. El sonido del motor de 4 cilindros con doble árbol de levas y 16 válvulas es una auténtica delicia para los oídos. Pero no sólo eso. Los 146 CV se controlan fácilmente gracias al acelerador ride-by-wire, una precisa maneta de embrague y un par motor disponible desde bajas revoluciones. Los dos mapas (Sport y Touring) completan el paquete. En el modo «Sport», la conducción es inevitablemente más física y las aceleraciones musculosas obligan al piloto, pero sobre todo al pasajero, a agarrarse. Sin llegar a las sensaciones de un deportivo, permite divertirse. El modo «Touring» es un poco demasiado suave. Hay que tener cuidado con la diferencia de pegada al adelantar. Se apreciará durante los trayectos a dúo o sobre superficies mojadas. Es posible pasar de un modo a otro mientras se conduce siempre que se corte el acelerador. La FJR está a la altura tanto en pequeñas carreteras sinuosas gracias a su manejabilidad y equilibrio general como en autopista, donde se convierte en una nave de largo recorrido gracias a su excelente protección. No hay nada de lo que quejarse en cuanto a la caja de cambios, excepto que la 5ª marcha está un poco desincronizada. También te encontrarás a menudo buscando una hipotética 6ª marcha. El control de crucero, fácil de conectar y desconectar, es una verdadera ventaja en los viajes largos. En cuanto al consumo de combustible, se puede mantener por debajo de los 6,5 litros siempre que se conduzca con calma. De lo contrario, se puede llegar fácilmente a los 7 u 8 litros. El depósito de 25 litros ofrece una autonomía de unos 350 km.