Universidad: consejos para los estudiantes universitarios

Introducción

 

El primer día de universidad es emocionante. Dejas atrás a tus padres y estás listo para conocer nuevos amigos, explorar nuevos lugares y aprender más sobre ti mismo. Pero esa emoción también puede derivar en estrés si no está preparado para todo lo que conlleva comenzar un nuevo capítulo en la vida. ¿La buena noticia? No hay por qué preocuparse. Tenemos algunos consejos sobre cómo hacer que este año escolar sea lo más divertido y productivo posible, incluso antes de que empiecen las clases:

 

Hágase un chequeo médico.

 

Si es estudiante universitario, es hora de dejar de procrastinar y hacerse el chequeo médico.

 

Es fácil aplazar la visita al médico cuando aún no se lo exige la ley. Pero en cuanto vuelvan a empezar las clases, ya no habrá excusas: Tendrá que ir todos los años si quiere mantener la cobertura de su seguro médico de estudiante (y créame… lo quiere). Así que, ¿por qué esperar? Vaya ahora que aún pueden hacerle un hueco antes de que llegue la afluencia de estudiantes que no podrán encontrar cita hasta octubre o noviembre.

 

Si es posible, intente concertar una cita con el mismo médico cada vez; de este modo, él o ella tendrá todos sus historiales archivados y podrá detectar cualquier cosa que pueda requerir cuidados adicionales más pronto que tarde. Además, si algo sale mal durante el propio día del examen (como quedarse dormido durante el control de la tensión arterial), ¡tener cerca caras conocidas da cierta tranquilidad a todos los implicados!

 

Encuentre un buen compañero de habitación.

 

Es importante encontrar un buen compañero de piso, porque va a pasar el próximo año más o menos con esta persona, señala la Academia Teba, especialistas en la preparación de la prueba de acceso a la Universidad en Granada. Querrá a alguien que sea responsable, simpático y ordenado. Puede encontrar uno en el campus o en línea en sitios web como RoomieMatch.com.

 

Si no le gusta su compañero de piso cuando empiecen las clases, hable con él o ella al respecto enseguida: tal vez él no sepa lo fuerte que ronca; tal vez ella no se haya dado cuenta de que siempre deja los platos sucios en la encimera durante la noche (y apestan). Hable de cualquier problema con calma: ¡ambos son adultos! Si hablar no resuelve nada, aquí tiene algunos consejos para afrontar la resolución de conflictos:

 

No se griten el uno al otro — utilicen enunciados «yo» en lugar de enunciados culpabilizadores («Me siento frustrado cuando…» en lugar de «Tú nunca haces las tareas domésticas»).

 

Escuchen atentamente para que se oiga a ambas partes; eviten interrumpirse mientras hablan diciendo «Déjame terminar… y luego dime qué ha pasado».

 

Establezca un fondo de emergencia.

 

Un fondo de emergencia es una suma de dinero que guarda en su cuenta bancaria para gastos inesperados, como la reparación del coche o una enfermedad. Si aún no tiene uno y acaba de empezar la universidad, es importante que empiece a crearlo ahora.

 

¿Cuánto debería tener?

 

Lo ideal es que su fondo de emergencia sea suficiente dinero para que, si ocurre algo inesperado (como necesitar neumáticos nuevos), no suponga demasiada tensión para el resto de sus finanzas. La cantidad exacta varía de una persona a otra: algunos prefieren 500 dólares, mientras que otros aspiran a 1.000 dólares o más. Todo depende de la confianza que tengan en su capacidad para ahorrar y saldar deudas rápidamente si algo sale mal en su proceso presupuestario.»

 

Compre un desayuno saludable.

 

Mucha gente suele pasar por alto la importancia del desayuno, pero es una parte importante de su día. Un buen desayuno le dará la energía y la concentración necesarias para empezar bien.

 

Si no está seguro de qué tipo de comida comprar, pruebe con algo sano como fruta o avena. También puede prepararse unas tostadas con mantequilla de cacahuete si es lo que mejor se adapta a su horario (o si es así como nos hacían comer todos nuestros padres cuando éramos niños).

 

Cuando compre alimentos para el desayuno, busque los que sean bajos en azúcar y ricos en fibra para que no provoquen picos de azúcar en sangre más tarde durante el día; ¡así no volverá a sentir hambre antes de la hora de comer! Por ejemplo: las fresas sólo tienen 6 gramos por ración mientras que los plátanos tienen más de 20 gramos por ración; el pan integral tiene 7 gramos mientras que el pan blanco sólo tiene 2 gramos; el yogur tiene entre 20 y 30 gramos por taza mientras que el helado sólo tiene entre 10 y 15 gramos por taza…

 

Empiece a comprar su dormitorio.

 

Compre una cama, un colchón y un somier.

 

Consiga un escritorio y una silla.

 

Consiga una cómoda o cajonera (que haga juego con los muebles de su dormitorio).

 

Compre lámparas para cada lado de la cama: necesitará una para leer, otra para estudiar y quizá también una para ver la televisión en su habitación. Unas palabras sobre las lámparas: no las compre demasiado baratas; deben ser lo suficientemente resistentes como para aguantar el paso del tiempo sin tambalearse o volcarse con facilidad al chocar con ellas por accidente.

 

Si va a vivir muy cerca de otras personas que también tendrán sus propias cosas en zonas comunes como cocinas o salones/comedores en algún momento de su estancia en la escuela, considere la posibilidad de invertir en una alfombra: le ayudará a mantener las cosas ordenadas a la vez que añade calor bajo los pies durante los fríos meses de invierno, cuando las facturas de la calefacción tienden a dispararse debido en gran parte a que no hay mucho aislamiento entre los pisos superiores al suyo, ¡así que el calor sube a través de ellos!

 

Inscríbase pronto en las clases.

 

Inscribirse pronto es una de las mejores maneras de asegurarse de que entra en las clases que se ajustan a su horario y especialidad. Puede inscribirse en los cursos en cualquier momento durante el periodo de inscripción, pero si espera hasta el último minuto, puede que le resulte más difícil entrar en algunas de las clases que desea.

 

Si le interesa un curso en particular y no le aceptan enseguida, ¡no se rinda! Compruebe con regularidad si quedan plazas libres o si alguien abandona el curso para que haya una vacante para usted.

 

Elabore un plan para evitar las deudas estudiantiles.

 

Ahorre dinero. Es fácil gastar dinero en cosas que no se necesitan, pero es aún más fácil ahorrarlo si se planifica con antelación. Antes de salir a comprar ese nuevo par de zapatos o ese juego de ordenador, piense si realmente los necesita o no. Quizá se sorprenda de cuánto dinero le sobrará si espera unos días antes de hacer la compra.

 

Investigue sobre becas y ayudas. La mayoría de las universidades ofrecen becas y ayudas a sus estudiantes que pueden ayudarle a cubrir los gastos de matrícula, ¡sólo tiene que investigarlas!

 

Pida ayuda a sus familiares/amigos para pagar la matrícula lo antes posible; ¡puede que le ofrezcan ayuda sin ni siquiera darse cuenta! Nunca está de más preguntar 🙂

 

Aproveche los eventos gratuitos del campus.

 

Si es nuevo en la universidad, aproveche los eventos gratuitos del campus. Éstos pueden ayudarle a conocer mejor su escuela y su comunidad, así como a conocer a otros estudiantes interesados en cosas similares.

 

Comida gratis: A menudo hay muchas oportunidades para comer gratis en los actos del campus y, si no es así, es bastante fácil preguntar si habrá aperitivos o bebidas disponibles.

 

Entretenimiento: Muchas escuelas organizan conciertos y otras actuaciones de músicos o artistas locales; ¡algunas incluso tienen noches de comedia! Aunque sólo sea por eso, estos eventos son lugares estupendos para conocer a gente nueva que comparta sus intereses al tiempo que se divierte.

 

Asegúrese de cuidarse, ¡incluso antes de que empiecen las clases!

 

El primer paso para cuidarse es asegurarse de que está comiendo bien y durmiendo lo suficiente. Es fácil dejarse llevar por la emoción de empezar un nuevo semestre, ¡pero es importante recordar que su salud es lo primero! Si no se cuida ahora, le resultará mucho más difícil tener éxito más adelante.

 

He aquí algunas cosas que pueden ayudarle:

 

Desayune todos los días antes de ir a clase. Mantendrá tus niveles de energía altos durante todo el día (y si somos sinceros aquí… ¡puede ser duro no desayunar después de haber dormido hasta la hora de comer!)

 

Asegúrese de que todos los tentempiés sean saludables, como fruta o barritas de granola, en lugar de barritas de chocolate o patatas fritas (¡aunque a veces esas también saben bien!). Estos alimentos nos llenarán la barriga sin aportarnos azúcar o sal añadidos, ¡lo que podría acarrearnos problemas mayores más adelante como el aumento de peso y/o la hipertensión por el consumo de sal!

 

Conclusión

 

¡Esperamos que estos consejos le ayuden a empezar con buen pie el primer semestre! Sabemos que puede ser estresante, pero no olvide que hay muchos recursos en el campus para ayudarle. Recuerde cuidarse y tenga en cuenta que probablemente todos los demás se sientan igual.