Las empresas de electrónica de consumo y semiconductores pertenecen a un sector con un alto nivel de devoluciones y retiradas de productos: el 15% de todas las retiradas en la UE en el primer trimestre de 2019, y el 29% en Estados Unidos. A veces, las devoluciones no se deben a un fallo. Según un informe de 2011 de Accenture, Reducing the Quantity and Cost of Product Returns in Customer Electronics, más de la mitad de las devoluciones de productos electrónicos se clasificaron como No Fault Found (NFF). NFF significa que, cuando los productos devueltos llegan a un centro de reparación y se comprueban, no se encuentra nada malo en ellos.
Si un producto de electrónica de consumo falla o no satisface las necesidades de un cliente, la sustitución suele estar cubierta por una garantía o la retirada del producto. Esto supone un gasto para el proveedor de electrónica. Estos gastos incluyen la recepción, evaluación, reparación, reempaquetado, reabastecimiento y reventa de los productos devueltos.
Para los fabricantes y distribuidores de electrónica de consumo que se enfrentan a esta situación, un sistema de gestión de la trazabilidad, las devoluciones y las retiradas es un requisito, no un «nice-to-have».
¿Qué es la trazabilidad?
La trazabilidad es la capacidad de verificar el historial, la ubicación o el estado de un artículo. Esto se consigue mediante la serialización, el seguimiento de lotes y otros identificadores únicos que permiten una visibilidad completa de principio a fin a lo largo de la cadena de suministro. Lo que necesitan los productos es similar al concepto de procedencia de los objetos históricos: la cronología de la propiedad, autenticidad, custodia, integridad y ubicación de un objeto.
Con la trazabilidad, una empresa puede analizar y evaluar la eficiencia de la cadena de suministro desde el origen, pasando por la producción, hasta el punto de venta, e identificar los componentes y los lugares asociados a su movimiento. Las empresas pueden compartir los datos y hacerlos más potentes conectándolos a otros sistemas de la cadena de suministro.
Para las retiradas, la capacidad de localizar rápidamente lotes específicos de productos acabados para una pieza defectuosa es un requisito clave.
La capacidad de garantizar la trazabilidad de las piezas, desde el origen del material hasta el destino final, pasando por la fabricación, es esencial para garantizar que los productos no presenten defectos de materiales y mano de obra.
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