¿En qué consiste el tratamiento?
La operación se inicia con la extirpación de una parte del estómago, como se haría en una gastrectomía en manga, después se corta el duodeno (el principio del intestino delgado), justo después del píloro (el músculo que separa el estómago del intestino). Se localiza la unión entre el colon y el final del intestino delgado (íleon). La longitud del intestino delgado que garantiza la absorción de los alimentos (asa común) se mide desde el final del intestino delgado.
Se sitúa entre 2,5 y 3,5 metros. Esta longitud se elige en función de las características del paciente (edad, patologías asociadas, IMC, etc.). A continuación, el asa ileal se anastomosa (conecta) al duodeno, justo después del píloro.
Combina un procedimiento restrictivo (manga) con un procedimiento malabsortivo (bypass intestinal), señala la Dra. Ana García Navarro, especialista en cirugía bariátrica en Madrid.
Existe un efecto hormonal asociado, al actuar sobre los ciclos de las hormonas que regulan la saciedad, la glucemia, etc.
Se puede considerar como una variante del bypass biliopancreático (técnica poco realizada en la actualidad porque provoca muchas complicaciones nutricionales postoperatorias y se reserva para raros casos de superobesidad).
Aunque hay una parte importante de restricción en esta operación, el mecanismo buscado para aumentar la pérdida de peso es la malabsorción (de hecho, la manga realizada es un poco más ancha que una manga clásica, lo que probablemente asegura un poco más de comodidad digestiva inicialmente).
Los resultados
Se puede esperar una PEP del 75 al 80% con esta intervención, con una tasa de complicaciones postoperatorias similar a la de una manga o un bypass en Y.
Riesgos y complicaciones
La malabsorción provocará algo más de diarrea (y riesgo de deficiencia o desnutrición) que con un bypass en Y, pero probablemente con algo más de pérdida de peso.
Gracias a la conservación del píloro (que funciona como la bomba de inyección de un motor de coche y destila así los alimentos poco a poco en el intestino) eliminamos los riesgos de síndrome de dumping (a veces incapacitante) que pueden observarse con el bypass en Y.
Se trata sin duda de un procedimiento muy interesante para pacientes con comorbilidades metabólicas importantes (diabetes, etc.), sin reflujo, en los que buscamos una pérdida de peso importante o para pacientes en los que ha fracasado la cirugía en manga sin reflujo (recuperación de peso).
La suplementación vitamínica y mineral es esencial de por vida, así como un seguimiento nutricional riguroso, para prevenir las carencias y el riesgo de desnutrición. En ausencia de suplementación, las carencias son constantes y potencialmente graves (ver capítulo by pass).
Las complicaciones de esta operación son las de la manga (hematoma, hemorragia, fístula), el bypass (fístula anastomótica) y los riesgos de trombosis venosa profunda, que pueden producirse durante cualquier intervención quirúrgica, pero son más frecuentes en los pacientes obesos (véanse los capítulos sobre la manga y el bypass).
Es frecuente tener diarrea con esta operación, que es un signo de mala absorción. Se puede administrar un tratamiento para limitarla.