Una hernia de disco ocurre cuando un disco intervertebral sobresale hacia afuera. Aunque son mucho más frecuentes en la región lumbar (parte baja de la espalda), los discos herniados también se pueden diagnosticar en las regiones cervical y torácica.
El deterioro del disco puede ser categorizado en 3 etapas:
- Disco abultado: el contenido del disco (su núcleo) ha migrado hacia afuera y está empujando contra la pared exterior.
- Protuberancia: el núcleo se ha «rasgado» a través de la pared exterior y ha comenzado a sobresalir.
- Hernia de disco: la pared exterior del disco se ha roto y una parte de su contenido ha sido expulsada. La hernia puede ocurrir en el canal vertebral o en los lados (foramens) donde se localizan las raíces nerviosas.
¿Cuáles son las causas?
La hernia de disco ocurre después de un esfuerzo intenso contra la resistencia, generalmente cuando se dobla hacia adelante o durante la torsión. También puede ocurrir después de un traumatismo.
or último, el desgaste debido a movimientos repetitivos o a una mala postura también puede causar lesiones discales.
Síntomas específicos
Además del dolor en el sitio de la lesión, el dolor referido o irradiado puede afectar los glúteos, las piernas, los brazos o las costillas, dependiendo principalmente del nivel de la hernia (es decir, qué vértebra está afectada).
Si se presenta compresión de la raíz nerviosa, se puede observar entumecimiento (disminución o pérdida de sensibilidad), hormigueo y/o pérdida de la fuerza muscular.
¿Cuál es el tratamiento de la hernia de disco?
Se aplica, en una clínica de fisioterapia, el tratamiento general del dolor de espalda. Dependiendo de los signos y síntomas, el fisioterapeuta puede aplicar ciertos tratamientos específicos, como la tracción manual para descomprimir el segmento de disco, el sistema nervioso y el sistema nervioso.