Una fractura es la ruptura de un hueso, generalmente causada por una caída o un traumatismo. Las fracturas generalmente no son peligrosas. Sin embargo, las fracturas pueden desplazarse y desplazarse demasiado cerca de los órganos vitales (fractura craneal o de costillas, por ejemplo).
Una posible complicación de una fractura descuidada es la desalineación ósea, que puede conducir a la artrosis en ciertas articulaciones. Sin embargo, durante la evaluación inicial, el terapeuta puede revelar signos de fractura y derivar al paciente a un profesional médico para una investigación posterior.
En general, los fisioterapeutas no tratan las fracturas directamente. Las fracturas pueden tardar hasta 8 semanas en repararse, y a veces puede ser necesaria la cirugía para realinear los segmentos fracturados.
El fisioterapeuta normalmente se involucra después de una intervención médica (yeso, aparato ortopédico o cirugía). El objetivo del fisioterapeuta es asegurar la recuperación de la función óptima:
- Rango de movimiento.
- Fuerza.
- Flexibilidad muscular.
- Flexibilidad de los tejidos blandos (como la piel), entre otras cosas, si hay cicatrices.
El tratamiento consiste en técnicas de terapia manipuladora, programas de ejercicios personalizados, técnicas de tejidos o procedimientos que incluyen electroterapia/frío/calor si es necesario en una clínica de fisioterapia.