Me voy de maratón

Seguramente, los usuarios de redes sociales se habrán extrañado al ver mensajes similares a este en el muro de Facebook de alguna de sus amigas. Se trata de una especie de “código secreto” para concienciar a las mujeres sobre la necesidad de prevenir y tratar el cáncer de mama, coincidiendo con el Día Mundial que se celebra el 19 de octubre.

Consiste en que las mujeres participantes escriban este mensaje, en el que el número de días de un supuesto viaje coincide con el de su día de nacimiento, y la ciudad donde se viaja con el mes, según una clave en la que México es enero, Londres es febrero, etcétera. Cualquier iniciativa que se haga en este sentido debe ser bien recibida, y la difusión y poder de convocatoria de las redes sociales puede ser un arma muy útil para ayudarnos a todos en esta tarea.

ESTADÍSTICAS ALARMANTES.

Sabemos que en España se diagnostican anualmente alrededor de 22.000 cánceres de mama, lo que supone que una de cada 8 o 9 mujeres lo padecerán a lo largo de su vida. Además, los especialistas asistimos con pavor al aumento de casos en mujeres más jóvenes, sin que sepamos claramente a qué se debe.

La buena noticia es que en España las probabilidades de supervivencia tras el correcto diagnóstico y tratamiento superan el 80 por ciento, por encima de la media de la Unión Europea. Si el diagnóstico se hace en fases iniciales del tumor, la curación llega al 100 por ciento. Y esto es así gracias a que en nuestro país se hace, en general, una buena prevención, aunque como casi todo en la vida, esto es mejorable.

MAMOGRAFÍA.

Es, como todo el mundo sabe, la principal técnica que utilizamos los ginecólogos para diagnosticar el cáncer de mama. Los organismos internacionales recomiendan que se realice a partir de los 40 años en mujeres sin factores de riesgo, es decir, sin antecedentes familiares o personales que indiquen una mayor propensión.

En estos casos se debería adelantar a los 30 o 35 años. También se recomienda que se haga anualmente, para intentar diagnosticar los tumores en las etapas más iniciales. Por supuesto, cada paciente es diferente y debe ser su ginecólogo el que recomiende en la consulta las pautas correctas. La autoexploración mamaria puede ser recomendable para que la mujer aprenda a reconocer las características de sus mamas y esté atenta ante la aparición de nódulos, irregularidades, cambios en la piel, secreción anormal, etcétera.

ECOGRAFÍAS DE MAMAS. Es otra técnica muy útil que actualmente se utiliza casi de manera rutinaria para la exploración mamaria, especialmente en las mujeres más jóvenes o con el tejido mamario muy denso, en las que la mamografía es menos útil. Muchas veces los ginecólogos solicitaremos ambas pruebas porque son complementarias y nos ayudan a llegar a un mejor diagnóstico. En casos seleccionados podemos utilizar también la resonancia magnética, la punción mamaria ecodirigida o la estereotaxia.

Para finalizar es importante que ninguna mujer deje de hacerse una mamografía por miedo o porque esté mal informada. La mamografía es una técnica segura, bien controlada y con los equipos modernos la cantidad de radiación que suministra es muy escasa. La paciente recibe una dosis similar a la de una persona que viaje una hora en avión o esté un día tomando el sol en la playa.