Como te comenté en el artículo anterior acerca de si sabes tratar tu piel acorde a tu edad, concluí que independientemente de tu edad necesitas seguir como un credo una rutina diaria de cuidado de la piel. Cuando te habitúes a ella y la implementes en tu vida no te costará nada dedicarle unos 10 minutos, muy pronto verás los resultados, como tu rostro gana en luminosidad y te verás mucho más guapa.
Pasos típicos
Una rutina de belleza típica incluye los siguientes pasos: lavar/limpiar, tonificar (esta última fase es más bien opcional dependiendo del tipo de piel), hidratar y protección solar. Para muchas personas, aplicar la rutina básica de belleza al dos veces al día es fundamental. Si tienes una piel seca o sensible puede que con una sola vez que laves y limpies en profundidad es suficientes. Eso sí, la hidratación ha de estar presente dos veces o incluso más al día ya que tu piel te pedirá nutrición y has de dársela.
La exfoliación tiene que estar incluida también en la rutina básica. Aplicarla una o dos veces a la semana es la cantidad recomendada. Si tu piel tiene una capacidad de regeneración muy alta puede que sea necesaria solo una vez o incluso que no necesites exfoliar tu rostro. Nunca exfolies la piel a diario ya que podrías acabar con la piel irritada, sobre todo aquellas personas que tienen una piel muy sensible.
La protección solar (tanto rayos UVA como rayos UVB) es un “must” al final de cada preparación matutina. Utiliza cremas con pantallas protectoras de calidad y aplícalas sobre la crema hidratante o encima de otro tratamiento cosmético como el paso final de tu rutina básica. Algunas personas utilizan maquillaje con SPF y es mucho mejor que no usar protección solar. Sin embargo, utilizar una fórmula especial diseñada exclusivamente para protegerse de los rayos del sol parece ser más efectiva. Si te vas a maquillar aplica la base al final del todo.
Optimiza tu tipo de piel
Después de conocer los básicos para todo tipo de piel ahora te toca personalizar la rutina para tu tipo de piel. Debes tener en cuenta que tu piel cambia con la época del año, la dieta y la edad. La piel es más grasa en verano y más seca en los meses fríos. La menopausia también reseca la piel y las dietas grasas, especialmente las que contienen ácidos grasos, otorgan un aspecto más aceitoso al rostro. Por otro lado, la despigmentación de la piel afecta al tipo de factor que necesitarás en la protección solar, así como también lo hace el grosos de tu piel para aplicar más o menos cantidad.
Aplicar tratamientos avanzados
Para obtener el máximo beneficio en tu piel las rutinas básicas son insuficientes, especialmente para personas mayores de 30 años. Es a partir de aquí cuando tenemos que empezar a añadir productos selectos y si queremos pasar a un nivel superior podemos agregar tratamientos del tipo mesoterapia facial con vitaminas, plasma rico en plaquetas,Thermage y similares cada cierto tiempo para cuidar nuestra piel a la perfección.
Sin embargo, los beneficios de los tratamientos avanzados dependen en gran medida de cómo se integren con tu rutina básica de bellezay de que éste se ejecute diariamente. Si limpias, hidratas y mimas tu piel también desde dentro, la penetración de los ingredientes cosméticos y la medicina estética avanzada es mucho más sencilla y eficaz.
El mejor momento para la aplicación de los productos cosméticos avanzados es justo después de lavar y limpiar en profundidad el rostro, cuando tu piel está limpia y seca ligeramente con una toalla o papel (limpiala con golpecitos muy livianos, no restriegues), entonces la penetración será mayor. Espera un minuto y aplica la crema. Tu piel absorberá todos los nutrientes y conseguirás todos los beneficios.
Escucha las necesidades de tu piel y luego decide las cantidades y los productos , así como el factor de protección más adecuado para tu piel (muy importante).