Los síntomas más conocidos de las personas que tienen complejo de inferioridad son:
Aquellas personas que se sienten inapreciables, muy tímidas, con predisposición a la introversión y con pocos recursos para poder superar situaciones complicadas. Se subestiman y piensan que nada lo hacen bien.
Están seguras de que tienen enormes limitaciones y que a raíz de ello, jamás podrán hacer mejor las cosas o lograr lo que se proponen con tanta viabilidad como los demás personas.
Sienten celos, rencor hacia las otras personas, creen que los otros son realmente afortunados porque poseen cualidades que les posibilitan desplegarse con más facilidad y perfección. Estiman a los demás como personas con mucho éxito mientras que ellas se sienten que están naufragando en los mares de la vida.
Tienen tendencia a alejarse y huir de las personas, son incapaces de enfrentar situaciones que ellos creen muy complicadas y no quieren estar con personas que les hacen sentirse inferiores.
Suelen abusar de su autoridad sobre aquellas personas que por su situación laboral o familiar están en una situación de desventaja frente a ellos.
Señalan los defectos de otras personas para demostrar que no son tan buenos trabajadores, profesionales o amigos como así los creen los demás y de esta forma resaltar ellos su propia imagen, sucede a menudo, que cuando algunas personas se muestran superiores a otros, es porque en realidad subyace un complejo de inferioridad.
Sera de vital importancia tener una actitud activa de superación de la realidad presente en beneficio de otra mejor, ya que una actitud activa y un deseo de superación colaboran a superar el complejo de inferioridad.
Deben hacerse continuos esfuerzos por lograrlo, será una lucha prolongada con la que se irán ganando pequeñas batallas.
No se deben comparar con los demás, ni pensar que ellos son mejores que nosotros. Con esta actitud se lograra sobrevalorar a los demás y menoscabarnos a nosotros mismos en perjuicio de la salud mental.
Tampoco debemos apreciarnos por debajo de lo que en realidad somos, no observando nuestras virtudes y señalando nuestros defectos, ni tampoco ser crítico con nosotros mismos. Todo esto afectara a nuestras relaciones personales, nos generara más inseguridad y nos hará mas infelices. Debemos tener un conocimiento real sobre nosotros mismos y poder observar lo positivo y lo negativo que existe en nosotros.