Bypass gástrico: ¿qué es?

La PEP (pérdida del exceso de peso) esperada con este procedimiento es de alrededor del 75% con un efecto prolongado en el tiempo.

Riesgos y complicaciones

La malabsorción, que es constante con esta operación, requiere suplementos diarios de vitaminas y minerales de por vida. El seguimiento nutricional es obligatorio, así como el control biológico anual. El riesgo de complicaciones sin suplementación es real: frecuentes para el calcio (osteoporosis) y el hierro (anemia), más raras pero potencialmente graves para las vitaminas (demencia, anemia, neuropatía, miopatía…).

Respetar las prescripciones y recomendaciones ayudará a evitar problemas.

El riesgo de complicaciones tras esta intervención es bajo si se realiza en un centro etiquetado, por un operador formado, tras una preparación nutricional y una indicación bien establecida (importancia de la PCR). La tasa de mortalidad se estima en menos del 0,2%.

Las complicaciones más frecuentes son cinco

1) Hemorragias, debidas a las secciones intestinales y a las suturas. Se producen con mayor frecuencia en el tubo digestivo y son responsables de las hemorragias digestivas (sangre en las heces). Son impresionantes y a veces requieren una transfusión, pero raramente una repetición de la operación.

2) Las fístulas que aparecen precozmente, en los días siguientes a la operación (3 ó 4 días). Suelen estar provocadas por suturas «a tensión», en pacientes con obesidad extrema o enfermedades asociadas graves (diabetes). Requieren una reintervención para drenar el absceso y acaban curándose. En una fase posterior, a veces se observa una estenosis de la anastomosis, que requiere una dilatación endoscópica o una reparación quirúrgica.

3) El riesgo de tromboembolismo (flebitis y embolia pulmonar), presente después de cualquier operación, aumentado en los pacientes obesos, se previene mediante el uso de compresión neumática intermitente de las pantorrillas durante la operación, medias de compresión, anticoagulación preventiva y movilización precoz de los pacientes (levantarse el día de la operación).

4) Complicaciones biliares tardías, con la aparición de cálculos en la vesícula biliar, que pueden provocar dolor o complicaciones infecciosas (colecistitis aguda, etc.) y requerir la extirpación de la vesícula biliar. El riesgo de complicaciones biliares es mayor en los pacientes que ya tienen cálculos en el momento de la cirugía de la obesidad. Para evitar este riesgo, en estos pacientes se suele extirpar la vesícula biliar durante la intervención de Bypass.

5) Las oclusiones, precoces o tardías, están causadas por adherencias postoperatorias o por la aparición de una hernia interna. Estas hernias internas (paso de un asa intestinal en una de las brechas del montaje quirúrgico) son raras, se producen en un cinco a un siete por ciento de los pacientes, sobre todo después de una pérdida de peso importante y son potencialmente muy peligrosas con riesgo de necrosis intestinal. Hay que tenerlo en cuenta ante cualquier dolor abdominal que se produzca a distancia de un By Pass y, en caso de duda, proponer una laparoscopia exploratoria y una verificación del montaje. Intentamos prevenir estas hernias cerrando las brechas realizadas durante el By Pass con suturas no reabsorbibles.

Este procedimiento mejora significativamente la diabetes en los pacientes obesos (actualmente se realiza en otros países en pacientes diabéticos con un IMC inferior a 35 con muy buenos resultados: se denomina cirugía metabólica) y debe discutirse sistemáticamente en los pacientes diabéticos obesos.

El By Pass es una operación cómoda, tras la cual es raro que se produzcan vómitos o bloqueos alimentarios (lo que indica un problema). No suele haber reflujo, ya que el ácido se produce en la parte distal del estómago (puede haber reflujo en pacientes fumadores, de ahí la necesidad de dejar de fumar antes de una intervención de este tipo).

Puede haber trastornos funcionales como el síndrome de dumping (malestar tras comer demasiada grasa o azúcar demasiado rápido), hipoglucemia retardada, diarrea (poco frecuente en la práctica). Estos síntomas suelen mejorar o curarse con un tratamiento dietético adecuado, señala la Dra. Ana García Navarro, especialista en cirugía bariátrica en Madrid.