Articulaciones: Solidas o cavitadas

Las articulaciones sirven para realizar movimiento y soporte mecánico. Su morfología esta relacionada directamente con su función. Las podemos entender como articulaciones solidas  o  cavitadas (sinoviales).

Las articulaciones solidas o sinartrosis permiten integridad estructural y un movimiento mínimo, no tiene un espacio articular y las podemos distinguir por el tejido conjuntivo que une los extremos de los huesos. Estas articulaciones pueden ser fibrosas como son las suturas craneales y las raíces de los dientes y maxilares, o cartilaginosas, como se ve en el manubrio esternal y pubis (sínfisis).

Las articulaciones sinoviales al contrario que las anteriores  presentan un espacio articular y permiten un amplio grado de movimiento. Estas se encuentran en los extremos de los huesos largos, están fortalecidas por una capsula fibrosa reforzada por ligamentos y músculos, indica Miguel Peña desde su clínica de fisioterapia Granada. El contorno del espacio articular es liso salvo en la inserción ósea, donde forma pliegues vellosos. El espacio articular limita con la membrana sinovial.

El cartílago hialino es un tejido conjuntivo especial, por su capacidad para absorber el impacto elástico y ser una superficie resistente a las carga. El cartílago no tiene aporte sanguíneo ni drenaje linfático ni inervación. El cartílago hialino en el adulto tiene un grosor variable de 2 a 4 milímetros, es mas grueso en la periferia en las superficies cóncavas y las porciones centrales de las superficies convexas.